La presentación de Intergalactic: The Heretic Prophet en The Game Awards generó un revuelo inmediato, seguido rápidamente por una tormenta de controversia. El núcleo de la reacción se centró en el protagonista y los temas del juego, con acusaciones de una "agenda" oculta por parte de un segmento de la comunidad de jugadores.
Los intentos de Neil Druckmann y Tati Gabriel de defender el juego y sofocar las críticas solo intensificaron la tormenta.
Incluso diecisiete días después, la reacción negativa persiste. El avance del anuncio provocó una división significativa, acumulando una asombrosa cantidad de "no me gusta" en YouTube. En el canal oficial de PlayStation, los "no me gusta" superaron los 260.000, eclipsando los 90.000 "me gusta". Al canal Naughty Dog no le fue mejor, con más de 170.000 "no me gusta" superando los 70.000 "me gusta". Los comentarios se desactivaron en un esfuerzo por contener las consecuencias, pero el debate continuó en otras plataformas de redes sociales.
Sin embargo, el futuro del juego sigue siendo incierto. Naughty Dog tiene un historial de transformar las críticas iniciales en triunfos, lo que sugiere que Intergalactic: The Heretic Prophet podría desafiar las expectativas.
Este incidente pone de relieve un gran desafío para los grandes estudios de juegos: afrontar las expectativas cada vez más exigentes de su audiencia.